martes, 16 de agosto de 2011


Orgullo de Familia
En Honduras, hablar de café es adentrarse en la comprensión de las características más propias de la cultura nacional y del orgullo de más de cien mil familias productoras.

Contrario a lo que pasa en el resto de Centroamérica, la producción nacional esta concentrada mayoritariamente en pequeños y medianos productores (99%) de los cuales procede 82% de la producción nacional, es decir que es uno de los cultivos con mayor capacidad de redistribuir riqueza.

El esfuerzo y la dedicación de los actores productivos de la cadena agroindustrial del café han permitido ir aumentando paulatina pero sostenidamente la calidad y el volumen de producción nacional, con lo cual el aporte al producto interno agrícola y el volumen de exportaciones ha alcanzado a ser el 25% y 15% respectivamente.

Ante las cíclicas crisis asociadas al mercado del café, la estrategia del país se ha orientado hacia la diferenciación del grano y la creación de valor agregado, de manera que durante las últimas cosechas se llegó a exportar casi 300 mil quintales de café certificado correspondiendo a sellos como Utz Kapeh Certified, Rain Forest Allience y Orgánico; muchos de estos sellos asociados al nombre de Marcala, lo cual ha permitido obtener mayores márgenes de precio en el mercado.

 Un café diferente de una tierra diferente
La diferenciación del café hondureño también se ha hecho a partir de destacar las propiedades particulares del grano de acuerdo a su pertenencia territorial, en un proceso que tras varios estudios ha conllevado a la propuesta de 5 regiones para la producción de cafés finos con base en las características agro-climáticas, organolépticas, culturales, socioeconómicas y ambientales de cada región.

Los esfuerzos por diferenciar el café hondureño han conllevado a la conformación de la primera Denominación de Origen Protegido en Centroamérica (DOP Café de Marcala) y el inicio de estudios preliminares para sondear la factibilidad de replicar una experiencia similar en la región occidental del país.
La estrategia de diferenciación se ha acompañado con esfuerzos concretos orientados al mejoramiento de la calidad aromática.

Una calidad mejorada día a día
Como carta de presentación el sector cuenta ya con un Centro Nacional de Calidad (CNC), el cual dispone de la infraestructura, equipamiento y competencias necesarias para garantizar la calidad del café hondureño, de cara a mejorar la credibilidad y confianza de los compradores, además trabaja en conjunto con el Consejo Hondureño de Ciencia y Tecnología (COHCIT) el documento de Norma Técnica de Calidad del Café Hondureño.

El camino hacia el mejoramiento de la calidad del café pasa también por contar con recurso humano capacitado y comprometido con este fin, en esa dirección se ha puesto en marcha la Escuela Superior del Café (ESCAFE) la que a su vez comprende la Escuela de Técnicos en Beneficiado, Escuela de Mecánicos Rurales en Beneficiado, Escuela de Promotores Locales, Escuela de Catadores, Caficultores Innovadores, Extensionistas y Administradores de Finca.

Todas estas acciones reflejan una seria apuesta por mejorar la imagen y las posibilidades del café hondureño para competir exitosamente en el mercado, todo en el marco de los lineamientos derivados de la Política Cafetalera Nacional.

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